Hace unos años no podíamos imaginarnos lo que internet iba a cambiar nuestras vidas, sobre todo en el sector empresarial, donde se ha empezado a notar una transformación digital en millones de proyectos que suponen un avance en la sociedad.
Mucha gente se pregunta qué es el internet de las cosas y hoy en día podemos encontrarlo en cada metro que andamos, aunque realmente la mayoría de las personas no nos damos cuenta debido a que hemos sabido adaptarnos a la perfección a este avance que nos ha hecho adentrarnos en una era tecnológica aplicada a todos los sentidos.
Averigua qué es el internet de las cosas
Este término apareció gracias al término en ingles conocido como “IoT”, que significa “Internet of Things” y hace referencia a todos los dispositivos de computación, estén o no relacionados, abarcando desde grandes máquinas mecánicas hasta objetos pequeños, pasando por las propias personas y animales que cuentan con identificadores y con capacidad para transferir distintos tipos de datos, siempre haciendo uso de una red. Cabe mencionar que para ello no es necesaria la interacción entre personas o persona con ordenador.
Seguramente te hayan quedado dudas sobre qué tienen que ver las propias personas con esto. Imagínate a alguien que ha tenido que ser operada del corazón y, por ello, ha necesitado que se le implante un monitor, eso es el internet de las cosas.
Otro ejemplo podría ser un animal de granja al que se le introduce un chip e incluso el propio vehículo que conduces si tiene algún tipo de sensor a la hora de aparcar o de movimiento. Todas estas posibilidades se ven mucho hoy en día y cada uno de estos ejemplos tienen la capacidad de transmitir datos por una red, asignándosele así una dirección IP, que es como nuestro propio DNI, pero para el ámbito digital y a través de las cual se pueden hacer llamadas por internet y mucho más
Eso sí, debemos de tener claro que cualquier tipo de información que se suministre ha de ser recibida por un ser humano para que pueda analizarse y obtener todo tipo de información útil, que fluye por la red hasta llegar a su destino. Como cuando hacemos una fotografía con nuestro teléfono móvil o pulsamos el botón de grabar audio en el WhatsApp.
Nos encontramos entonces con el primer problema que esto tiene. La red y la tecnología siempre van a encontrarse en un constante estado de evolución, sin embargo, a los seres humanos, cada segundo que pasa no podemos recuperarlo, por lo que nuestro tiempo y atención que dedicamos a ello podemos calificarlo como limitado.
Ahora miremos el lado bueno, gracias a esta ayuda que estamos aportando, las personas del futuro podrán seguir nuestro ejemplo y seguir evolucionando junto al internet de las cosas con el paso de los años, ayudando a rastrear, analizar y reducir los fallos que existen en la actualidad. Así que, aunque quizá nosotros no lleguemos a ver las cosas que ocurran con este tema dentro de cien años, sin duda nuestro granito de arena ayudará a que el resto pueda descifrarlo.
Hablemos ahora de las redes, ese canal por donde viaja toda la información. Los que tengan un poco más de idea, podrán saber que en nuestro país aún se sigue utilizando la tecnología IPv4, la cual, a pesar de no ser mala, ya empieza a notar un retraso con respecto otros países que utilizan la
IPv6, el cual influye directamente en el internet de las cosas y ayuda a que podamos expandirnos más rápido.
Si nos ponemos a pensar, no es de extrañar que en el futuro cada “cosa” tenga su propia señal de identidad o dirección IP con la que se pueda rastrear, esto requiere millones y millones de datos que han de ser almacenados en una gran nube para poder estar constantemente extrayendo la información que necesitemos.
Este tema, por supuesto, causa una gran controversia en algunas personas, que están seriamente preocupadas sobre su privacidad y los datos que se recogerán sobre ellos. Aunque no hay nada que temer ya que no todo el mundo tendrá acceso a esta información y los que la tengan, no van a estar mirando persona por persona, por lo que nuestra seguridad no está comprometida.
La industria ha sido una de las grandes beneficiadas de ello debido a la gran precisión que se ha podido percatar en sus productos, que afecta directamente a nuestra salud, el transporte e incluso la construcción de un pequeño edificio.
Por supuesto, existen miles de personas divididas entre ingenieros y desarrolladores que trabajan duro cada día para poder desarrollar aún más este sistema y que pueda llegar a todo tipo de aplicaciones y sistemas.
Por último, no podíamos despedirnos sin mencionar que esto no es un proyecto que se haya pensado hace unos días o unos meses, lo cierto es que su desarrollo lleva ya planteándose décadas, aunque es ahora cuando empezamos a tenerlo más presente.