Si estás por aquí es porque quieres saber para qué sirve un router. Un router, o también conocido en castellano como «enrutador» o «encaminador» es un dispositivo electrónico que sirve para interconectar redes de ordenadores. Esto dicho así quizás suene un poco a ruso, pero realmente es más sencillo de lo que parece. Los ordenadores se mandan paquetes de datos de uno a otro y una red, formada por más de uno y más de dos ordenadores, tiene que conectarse por algún punto, y aquí es donde entra en juego el router.
Entonces, hoy vamos a hablar en detalle de para qué sirve un router, un aparato del que hemos oído hablar más de una vez, pero del que quizás no sepamos más que generalidades.
¿Para qué sirve un router?
Hoy en día, el router se utiliza muchísimo en todas partes ya que aparte de permitir conectar ordenadores dentro de una red nos abre las puertas de ese vasto mundo que es Internet y que nos proporciona nuestro proveedor de servicio de telecomunicaciones.
Si solamente tienes un dispositivo, un módem es suficiente para conectarte a Internet, pero en la mayoría de las casas, hoy en día, hay varios dispositivos que se tienen que conectar a internet, o quizás interconectarse entre ellos. ¿Ejemplos? Ordenadores, teléfonos móviles, televisión e incluso la impresora. Con un módem, sólo uno de ellos podría entrar a internet cada vez, pero con un router pueden hacerlo todos a la vez sin problemas. Así que aquí podríamos decir que un router sirve para expandir o compartir el acceso a internet entre varios dispositivos.
El router, así, se encarga de distribuir el internet entre los diferentes dispositivos. Generalmente suele conectarse con un cable a una línea de teléfono fijo, aunque no siempre.
El más utilizado actualmente y que seguramente tengas en tu casa es el router inalámbrico que posee conectividad wifi, con lo que no hace falta que los dispositivos estén conectados a él por cables (en el router por cable sí sería necesario), haciéndolo todo más cómodo. Un router inalámbrico en realidad, es habitualmente mixto, ya que tiene salidas y entradas de cables para poder conectar el dispositivo al router directamente.
Esto suele ser útil en un momento en el que necesitemos todo el ancho de banda posible. Por ejemplo, queremos descargar una película o bien subir un archivo pesado a la nube. Como a veces parte de la potencia del wifi se puede perder (si por ejemplo no estamos muy cerca del router o por problemas en la antena), conectar el ordenador al router nos asegura que nuestros archivos se descargarán o se subirán a la nube sin problemas y rápidamente. Esto también se puede aplicar por ejemplo, si tenemos que hacer una entrevista importante por skype, ¡nos aseguramos de que el wifi no nos falle!
Como hemos comentado antes, los routers, ya sean inalámbricos o por cable, van conectados a la red del teléfono fijo. Eso quiere decir que en la casa en la que se instale tiene que tener primero una línea fija del teléfono. Sin embargo, esto no es muy útil: en ocasiones puede no interesar tener teléfono fijo y sólo tener móvil e internet.
Precisamente porque la tendencia entre los más jóvenes está cambiando, se ha puesto de moda un nuevo tipo de router, llamado router 4G. Su particularidad, como su propio nombre indica, es que funciona gracias a la línea móvil. Así, emplean la señal de la telefonía móvil (igual que nuestro smartphone) para proporcionar internet a una casa o un lugar. Este internet lo pueden dar normalmente por wifi, pero nada impide que sea por cable. La única diferencia con un router normal es que no deben conectarse a la línea del teléfono, sino que tienen que tener cobertura 4G.
Así, vemos que un router es un dispositivo esencial para nuestro día a día. ¿Qué haríamos sin internet? Y ahora que sabemos para qué sirve un router, también hay que plantearse cuál es la mejor opción para nosotros (inalámbrico, conectado a la línea del teléfono, un router 4G), y también si es conveniente cambiar el que tenemos por uno más moderno.
Los router son aparatos baratos comparado con el resto de dispositivos que conectan, por ejemplo, son mucho más baratos que un móvil y no digamos que un ordenador, y si se mantienen bien son muy duraderos. Sólo hay que saber configurarlos, cosa que normalmente hace el técnico de la compañía de internet.
¡Un último consejo! Antes de adquirir un router asegúrate de que compras el que se ajusta más a tus necesidades, y cuando lo estén instalando, asegúrate también de comprender su funcionamiento específico (cada marca puede variar) y de entender todos sus entresijos. Así te garantizas que no se te estropee. Pregunta al técnico de internet o a tu compañía telefónica todas las dudas que tengas. ¡Y a navegar por internet con todos tus dispositivos a la vez!
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